Cuando ingresamos a la escuela descubrimos una de las grandes verdades que la vida nos tiene escondidas hasta ese momento: no hay justicia en este mundo. Y lo descubrimos al darnos cuenta que uno de nuestros compañeritos parece no hacer nada (de hecho, no hace nada) y, sin embargo, copiandose y faltando a las clases logra mucho mas que nosotros.
No deberiamos culparlo de todo a él sino tambien a sus hermanos, que le enseñaron los trucos necesarios para aprobar sin tener que estudiar y a los maestros que, en vez de controlarlo, parecen sentirse completamente divertidos con sus continuas faltas y fallas de conducta.
Por supuesto, estos personajes no mejoran con la edad, no maduran, para decirlo claramente porque su intencion es precisamente esa: seguir siendo niños forever, y, como niños caprichosos, no tener que trabajar para vivir sino que otros trabajen por ellos.
¿Y como lo logran? Consiguiendo trabajos donde la laxitud en los sistemas de control le permiten entrar tarde y trabajar poco cobrando, pese a todo, a fin de mes, su sueldo intacto, como si hubieran trabajado, como el resto de sus pobres compañeros, las ocho horas del dia.
Como jefe de una empresa usted puede estar cansado de saber que existen estas situaciones pero no puede pasarse las veinticuatro horas del dia, logicamente, controlando quien hace que, motivo por el cual debe visitarnos.
Para solucionar el problema de raiz usted debe implementar el revolucionario sistema de software de control de accesos y presencia de Systempin que no solo determina que hace y que deja de hacer una persona sino que sirve para establecer claramente de que forma gasta su tiempo mientras, se supone, deberia estar trabajando.
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