La realidad indica que el pasado fue mejor pero, en realidad, como sucede, en muchos casos esto es un espejismo creado por las falsas perspectivas, como esa agua que parece, a la distancia, esperar en el horizonte de la ruta y solo es el resultado de la reverberacion del sol sobre el asfalto.
Lo que nadie puede dudar es que, al menos en un caso, no se exagera cuando se dice que el pasado era mejor que el presente: en la atención hotelera. Como consecuencia de la aparición de diferentes gurus de la comunicacion ha logrado imponerse la absurda idea de que son los propietarios del alojamiento quienes dan las ordenes y los pobres huespedes quienes deben obedecerlas.
Esto no se refiere solamente al hecho de que hay imposiciones logicas que, para mantener la paz con el vecino (mantener la radio y la television baja, no gritar despues de las doce, etc) deba cumplirse; no, esto se debe al hecho, que no es para nada fortuito de que los empleados ahora mandan.
Y estos "mandamientos" se refieren a todas esas cosas que se le indican poco amablemente a los huespedes: no entre a la piscina, no salga a tal hora, duerma a tal otra, coma... cada una de esas ordenes no solo recorta el placer del visitante sino que lo convence de no volver a ese hotel en particular.
Afortunadamente, todavia existen lugares excelentes donde dormir en Santiago de Compostela y estos hoteles ofrecen la atención que se daba en el pasado combinado con todas las comodidas que el presente a derramado sobre las personas.
Habitaciones amplias y comodas -nada que ver con esos pequeños rectangulos dignos de ascensores que brindan los hoteles modernos- con toda la tecnologia que un hombre moderno puede necesitar, incluyendo la posibilidad cierta de comunicarse usando internet sin moverse de la cama.
Para saber más al respecto solo ingrese al sitio web de la compañia: http://www.hotelcompostela.es/
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