El Ciudad Real lo tuvo fácil contra el Teucro Fácil triunfo el que logro el BM. Ciudad Real ante un timorato Teucro de Pontevedra, por 40-27, lo que explica a las claras la diferencia que existe entre uno y otro equipo, en el día en el que volvió tras siete meses a pisar una pista Chema Rodríguez y en el que debutaba ante su publico el extremo zurdo galo Luc Abalo y volvía a la que fue su casa, Nicola Kedzo, que logro el primer gol gallego. El encuentro se rompió pronto ya que BM Ciudad Real coloco en el primer minuto de juego un parcial 2-0, que ante un endeble Teucro ya marcaba el devenir de los acontecimientos, para el resto del partido, con un guión ajustado a las previsiones para la temporada. Los castellano manchegos aspirantes a todo y los pontevedreses, "por el momento a mantener la categoría y después ya veremos", según manifestaciones de su entrenador Víctor García "Pillo". Con poca historia que contar sobre el parqué, ya que con el paso de los minutos la diferencia iba siendo cada vez mayor, llegando a nueve en el minuto 20, 15-6, Talant opto por dar entrada, en ese mismo minuto, en las rotaciones a Chema Rodríguez, que volvía a una cancha tras caer lesionado, con rotura del tendón de Aquiles de la pierna derecha, en la pista del Velenje esloveno, el pasado día 10 de febrero, durante la disputa del primer encuentro de la segunda fase de la Liga de Campeones. El central palentino aun se le nota cierta cojera, pese al alta medica, pero Talant ante lo poblado que tiene la enfermería, con las lesiones de Urios, Entrerrios, Pajovic y Jerome Fernández, lo introdujo en la convocatoria y jugo diez minutos en la primera parte y nueve en la reanudación, con buen tono, aunque falto de ritmo, como es lógico, ante la locura de calendario que tiene, a partir de ahora el cuadro ciudadrealeño. Olvidado en muchos instantes los argumentos defensivos, 5-1 en los ciudadrealeños y 6-0 en los gallegos, el paso del cronometro dejaba acciones aisladas con cierto gusto para la concurrencia, como un "flay" acabado desde la esquina por Curuvija, y el latigazo continuo de Markicevic, que fue el que trato de mantener en pie a los pontevedreses, ayudados porque Ciudad Real no quería quemar muchas energías, jugando con el freno de mano puesto, en donde ante la falta de defensa se suplía con creatividad y acierto en el ataque, por parte de Stefansson, el mejor durante todo el partido y en la segunda parte secundado por Morros y Kallman, con cuatro dianas. Fue precisamente cuando en el tramo final del choque, BM. Ciudad Real imprimió una mayor intensidad a su defensa 5-1, llegaron los contraataques y así pudo alcanzar en el electrónico la mayor distancia, de trece goles, 40-27. Textos tomados de CRDiarios.es
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